La alfabetización en niños de 2do. grado de primaria. El caso de una escuela de Berriozabal, Chiapas.
México, ha pasado por diferentes etapas de
alfabetización, desde cartillas de evangelización, estampillas de santos y silabarios, uno de
los más conocido fue el de “San Miguel”
por tener la imagen del arcángel en la portada, también se implementación métodos
para enseñar a leer y escribir como el de Fray Matías de Córdova y Fray Víctor María
Flores donde se implementaron por primera vez los principios fonéticos, ambos
pretendían mostrar al niño las cosas, antes que las palabras, o al menos
simultáneamente; en la época del Porfiriato, se introdujeron algunos métodos
como el de Rébsamen, que se caracterizaba por ser fonético y analítico, partía
de las palabras propias del medio del niño y con las que estaba más
familiarizado; y en la época Posrevolucionaria, el método de Torres Quintero “onomatopéyico”,
fonético y sintético relacionaba las letras de las palabras por su sonido.
Posteriormente, con la urbanización del país, se empezó a utilizar diversos métodos como el global de análisis estructural que parte de una palabra o frase para llegar a sus elementos: sílabas, letras y sonidos. En la época de los noventa se retoma modelos de otros
países, como el constructivismo que transforma la enseñanza por
el aprendizaje y el rol protagónico del maestro por el de los alumnos. Esta
corriente pedagógica se fortalece con la incorporación del enfoque comunicativo
y el de las prácticas sociales del lenguaje utilizado hasta el 2011. Y desde el
2012 hasta la fecha los planes y programas de estudios trabajan con el enfoque
centrado en el estudiante y por competencias.
Con este recorrido histórico
sobre los métodos implementados para la enseñanza de la lectura y la escritura,
podemos analizar lo que se ha hecho por la alfabetización en México, los
diferentes métodos de enseñanza y enfoques caracterizados por su interés en el
estudiante, en el contexto, en lo sociocultural, en el lenguaje, en el saber
hacer para la vida.
Varios de los métodos
mencionados todavía sobreviven en las aulas a pesar que estamos en el siglo
XXI, las prácticas de memorización, repetición, dictado, elaboración de planas,
siguen siendo actividades que se implementan para enseñar a leer y escribir.
Tal es el caso de un grupo de
2do. grado de primaria, en el municipio de Berriozábal, Chiapas, donde a los
niños se les enseña a leer y escribir con silabario, onomatopeyas, asociación
de palabras con imágenes, dictado de palabras, elaboración de planas (diariamente),
copiar instrucciones al cuaderno y avanzar en los libros de textos, un poco de todo
lo antes mencionado. Esta forma de enseñanza, prevalece en varias aulas de
nuestro estado, a pesar que en los planes y programas de estudios de educación primaria
se menciona el enfoque educativo y cómo debe realizarse el proceso de enseñanza-aprendizaje
en el aula.
La realidad en las aulas es
otra, y no es culpa del maestro, o de los niños, ni de los padres de familia, más
bien, las realidades son complejas y diversas. Existe gran diferencia en enseñar
a leer y escribir en escuelas urbanas, rurales, bilingües, indígenas, migrantes,
multigrado o con necesidades educativas especiales, las condiciones sociales, culturales,
económicas, lingüísticas, biológicas, son diversas, son distintas, los contextos
se viven distintamente.
La comunicación en el aula es
fundamental para lograr el proceso de lectura y escritura, por ello, el docente
debe apoyarse de la lengua como un instrumento de comunicación, crear
situaciones comunicativas en el aula para un formar un espacio donde lo
importante sea expresar, dialogar, conocer los intereses de los estudiantes, partir
del intercambio de saberes de ambos (docente- estudiante), aprender a conocerse a través de los gestos, del
contacto físico, visual o desde el silencio, aprender a enseñar desde la necesidad.
Ong (1967), afirma:
Los seres humanos se comunican de
innumerables maneras, valiéndose de todos sus sentidos: el tacto, el gusto, el
olfato y particularmente la vista, además del oído. (pp.1-9).
La comunicación no verbal es
sumamente rica, el docente puede darse cuenta a través de los gestos, de la
postura del cuerpo, de la mirada de los niños, si ellos logran comprender lo
que se indica.
Para analizar la comunicación
escrita y oral en el aula de 2do grado, utilizaré el esquema de Jackobson:
Figura
1. La figura ilustra el esquema de comunicación de Jackobson.
Las palabras en color azul son un ejemplo de cómo se realiza la comunicación
oral y escrita en el aula de 2do. Grado
El ejemplo de la figura 1, ejemplifica
cómo se realiza la comunicación oral y escrita en el aula de 2do. Grado, para
ellos se observó la clase de la asignatura de español con el tema de los trabalenguas,
la situación fue la siguiente:
La maestra indica a los alumnos
que deberán copiar los trabalenguas escritos en el pizarrón, después tendrán que ejemplificar con dibujos. Los niños copian en su libreta y cuando pretenden realizar los dibujos, uno de ellos se acerca a la maestra para preguntarle cómo hacerle, enseguida, varios niños se levantan de sus asientos para preguntar qué iban a dibujar.
Figura 2: La figura ilustra el ejemplo que se
escribió en el pizarrón, se marcan las letras en negritas para el análisis de
la palabra cuesta.
¿Por qué los niños no
lograron ejemplificar el mensaje del trabalenguas? Sí
analizamos el ejemplo de la figura 2, el mensaje es confuso, la palabra cuesta
se ha escrito en minúsculas en todo el trabalenguas, y en la primera línea
cuando se menciona “A cuesta” tendría que escribirse la primera letra de la palabra
cuesta en mayúsculas, así: “A Cuesta” porque hace alusión a un nombre
o apellido de alguna persona, con respecto a la siguiente frase “le cuesta
subir la cuesta” se mencionan dos veces la palabra cuesta, cada uno de ellas, tiene
diferente significado, la primera, se refiere a una dificultad y la segunda, a subir
una pendiente. Entonces la palabra cuesta en ese primer enunciado tiene 3
significados diferentes:
1. Cuesta=nombre
propio
2. cuesta= dificultad
3. cuesta= terreno en pendiente
Retomando nuevamente la Figura 1. sobre el esquema de comunicación de Jackobson, se entiende que el emisor
(docente) no explicó oralmente estas diferencias del uso de la palabra “cuesta”
y tampoco escribió una de ellas con mayúscula para diferenciar su uso en nombre
propio. Por lo tanto, el receptor (niños) no lograron diferenciar los significados
de la palabra cuesta y no entendían qué debian dibujar. El mensaje
(trabalenguas) no se escribió correctamente, hizo falta el uso de mayúsculas.
También la familiarización con la palabra cuesta no era significativa en
los niños, por lo que Ong, afirma:
Todos los textos escritos
tienen que estar relacionados de alguna manera, directa o indirectamente, con
el mundo del sonido, el ambiente natural del lenguaje, para transmitir sus significados.
(p. 17).
Por ello, al no significar la
palabra y no tener relación con su contexto, el mensaje escrito no logró entenderse.
El canal donde se escribió
el mensaje fue el pizarrón, instrumento de trabajo con mayor uso para la
enseñanza.
El
contexto (el aula/ comunidad), un primer contexto fue el aula porque fue
ahí donde se desarrolló el ejercicio, otro segundo contexto, es la comunidad, tendríamos
que preguntarnos qué tan significativo es la palabra cuesta en su
contexto, se usa, es parte de sus códigos orales. Por ello, cuando los niños
escribieron y leyeron el trabalenguas activaron un conjunto de conocimientos
llamados códigos. Así que un código es un
conjunto ordenado de conocimientos compartidos que se activan en el intercambio;
hay códigos compartidos por toda una comunidad… (Alvarado y Yeannoteguy, 1999).
Los niños, no tenían registrado en sus
conocimientos el código cuesta, tampoco este código formaba parte de los códigos
de su comunidad.
Entonces en
palabras de Ricoeur (2002):
El intercambio de habla, los hablantes están en presencia mutua, pero también
están presentes la situación, el ambiente, el medio circunstancial del discurso
en relación con este medio circunstancial. El discurso significa plenamente (p.
136)
Y es así como
el discurso significa, por ello, la importancia de enseñar desde un enfoque
comunicativo en las aulas, con asertividad y apertura al diálogo para comprender
otros contextos, otras realidades. La apropiación de la escritura y la lectura
es un proceso complejo donde influye el contexto cultural, social, económico,
familiar, escolar, entre otros. Los niños se expresan desde su propio mundo,
aun sin saber codificar palabras, su curiosidad permite que se hagan
conscientes los signos escritos, por ello, la importancia de no dejar de verlos
desde su naturaleza, desde su inocencia y su creatividad para acercarlos a la
práctica de la cultura escrita.
Referencias:
Alvarado, M y
Yeannoteguy, A. (2009). La escritura y sus formas discursivas. Curso Introductorio
(cap. 1 La escritura y Cap. 2 La comunicación escrita). Argentina. Universidad
de Buenos Aires.
Ong, Walter J.
(1987). Capitulo I. “La oralidad del lenguaje!, capitulo 3 “algunas psicodinámicas
de la oralidad”. En oralidad y escritura: tecnologías de la palabra (pp.15-24 y
38-80). Mexico: Fondo de Cultura Económica.
Ricoeur, Paul
(2002). “¿qué es el texto?; “Explicar y comprender”, “El modelo de texto: la
acción significativa considerada como un texto”. En Del texto a la acción. Ensayos
de hermenéutica II (pp.127-196). Mexico: Fondo de Cultura Económica.